Os presentamos tres maneras de atraer a la buena suerte.
LOS AMULETOS Y TALISMANES
Una de las formas más usuales de tentar a la suerte es
mediante los amuletos y talismanes. Pueden ser naturales como los tréboles de
cuatro hojas o las patas de conejo, o hechos a propósito siguiendo algunos
pasos, generalmente no demasiado complicados.
El que nos proporcionen esa buena suerte o no,
independientemente de la influencia que ejerzan, también dependerá de nuestra
actitud, que debe ser siempre, siempre, la más positiva y optimista posible.
EL ROMERO PARA LLAMAR A LA SUERTE
Hace algún tiempo era una práctica habitual que cada martes
se quemara en casa un matojo de romero. Es una costumbre gitana que se acompaña
de una especie de oración que dice lo siguiente: ‘romero, romero, que salga lo
malo y entre lo bueno’.
Así, con este rito, las familias se aseguran de que en casa
no hay malas energías y de que la suerte entre por nuestra puerta y no vuelva a
salir.
Pues existe una evolución de este ritual que se ha adaptado
para las personas a título individual. Aprovechando el poder limpiador que
tiene el romero, lo usaremos para lavar nuestra energía y dejarla acorde con lo
que nosotros queremos: paz, sosiego y buena fuerte.
Es un ritual muy sencillo, y los ingredientes que
necesitamos son solamente unas ramas de romero y una bañera con agua.
Muy bien, ponemos el romero en el fondo de la bañera y
empezamos a echarle agua muy, muy caliente, casi hirviendo, para que actúe como
si fuera una infusión y el romero suelte todo su aroma y toda su esencia.
A continuación, cuando ya veamos que el agua ha cogido un
color diferente debido a la infusión de romero, templamos el agua a nuestro gusto
y nos introducimos en ella.
Permanecemos en el baño unos 15 minutos, salimos y nos
aclaramos con agua preferiblemente fría, nos secamos sin frotar y nos echamos a
dormir un rato.
Cuando nos levantemos nos duchamos y nos tomamos una
infusión de tila, azahar, etc. Y ya está lista nuestra limpieza.
LA LIMPIEZA DE LA CASA DE MALAS ENERGÍAS
Dado que, por su propia naturaleza, el agua tiene
propiedades purificadoras, este líquido elemento se ha utilizado para
diferentes ceremonias, sobre todo de limpieza tanto de casas como de personas.
El agua es capaz de destruir las energías negativas, que tan
destructivas son, y a la vez recupera la serenidad y la paz, dado que el agua
tiene una especial relación con los sentimientos. Esto se cree que viene de
nuestra íntima relación con el agua desde que somos embriones.
Si bien para purificar el cuerpo, el baño es lo más
conveniente, para purificar la vivienda existen varias técnicas. Una de ellas
es dejar un recipiente con agua de lluvia toda la noche, para que le dé la
claridad de la luna, o de día, para que la purifique el sol.
Se introduce el recipiente en la casa, colocándolo en la
estancia principal o en aquella que deseemos limpiar más profundamente. Se toma
una ramita de árbol y, mojándola en el agua, se salpica la estancia con ella, a
la vez que en voz alta se desea que todo lo malo salga de la casa y a la vez
entre todo tipo de cosas buenas. Posteriormente se coloca un buen puñado de sal
tras la puerta de entrada al hogar, y la ramita se parte en dos y se entierra
en una maceta o en el jardín.
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