Quien crea que el tarot es simplemente un método predictivo,
se queda corto en sus apreciaciones. El tarot es un arte originado hace miles
de años, y que ha acompañado el progreso de la humanidad, nutriéndose de las
diversas culturas en las que se ha practicado, y enriqueciéndose. El cuerpo
teórico del tarot y la cartomancia es un invalorable reservorio, no solo de
nociones histórico-culturales, sino de psicología humana, pues refleja la
manera en que los seres humanos conciben el mundo, nociones inmutables desde
los hombres de los pueblos de la edad de bronce hasta el presente. La mente
humana es atemporal, y el tarot refleja esto.
La relación tarot-futuro es el resultado de otras relaciones
que se dan en el seno de su práctica. El tarot puede ser considerado como una
herramienta para ver una realidad más allá de la que el ojo desnudo percibe. En
este contexto, la relación tarot-futuro se da como resultado natural de este
poder superior. Es decir, pudiendo percibir, por medio del tarot, cosas que
están más allá de las posibilidades de visión del ser humano, es lógico que el
tarot tenga una utilidad predictiva, es decir, que a través de una tirada del
tarot, el futuro se revele.
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