jueves, 28 de enero de 2016

¿Un vidente nace o se hace?

A menudo escuchamos que los verdaderos videntes simplemente nacen de esa manera. A medida que los niños crecen se presentan ciertas características que indican la posesión de dones sobrenaturales. A menudo hablan con los miembros difuntos de la familia o tienen sueños premonitorios.

Por ejemplo Edgar Cayce, el famoso vidente americano de los años 1920 y 30, desde su infancia mostró los primeros signos de la clarividencia. A menudo hablaba con el espíritu de su difunto abuelo y conversó con numerosos espíritus de niño. Por supuesto después, él fue más conocido por sus predicciones y revelaciones obtenidas de "una fuente en otro plano" mientras estaba acostado en un estado de trance. Definitivamente nació como vidente natural.

Los videntes también parecen darse en familias, así, se lleva a creer que hay un componente genético en este tipo de habilidades. Joyce Morgan (1936 - 2007), una cuarta generación psíquica de Missouri es sólo un ejemplo. Había videntes en ambos lados de su familia, sin dejar dudas de que este don es un rasgo familiar. Ella nació con un "caul": una delgada membrana de tejido que cubre la cara y la cabeza. No es una amenaza para la vida, simplemente toma un poco de tiempo extra quitarla durante el proceso de parto. Sin embargo, desde la antigüedad, tal suceso al nacer es un indicador de las habilidades psíquicas (además de la videncia) en el niño.

No cabe duda de que también muchos videntes han llegado a través de la práctica y nacieron con dones intuitivos. Muchos videntes ya sea tienen linajes familiares o saben de sus habilidades desde la infancia. Pero ¿es el nacimiento de la única opción para llegar a ser vidente?

Videntes que se hacen
Todos hemos oído que si pones tu mente en algo y trabajas muy duro, lo lograrás. Así que ¿Por qué no trabajar esta misma actitud hacia el desarrollo psíquico? ¡Por supuesto que se puede!

La creencia de que cualquiera nace o no nace, con la capacidad videncia lo hace un error de pensamiento común. Por supuesto, aquellos con una predisposición tienen definitivamente una ventaja, pero todos tenemos la capacidad de aprender y desarrollar nuestras habilidades intuitivas. Por supuesto, como cualquier talento, algunos naturalmente sobresalen, mientras que otros tendrán que trabajar mucho más.

Hay muchas avenidas disponibles para la gente que desea mejorar sus habilidades psíquicas y alcanzar los mismos niveles que los que nacen con este tipo de dones. Desde comenzar una práctica de meditación hasta tomar la capacitación intuitiva formal en las escuelas de desarrollo psíquico, incluso gente común como nosotros pueden surgir con habilidades para ver más allá de sus narices.

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